¿Para qué sirven las pólizas de buen uso de anticipo?
-- Fuente: Vistazo
33.7 millones de dólares en primas, alcanzaron en el 2019 las contrataciones de pólizas de buen uso de anticipo en el Ecuador. La necesidad de las empresas de minimizar el riesgo de pérdida de los fondos entregados ha dinamizado a este segmento de seguros.
Estas pólizas pueden ser utilizadas en cualquier negocio lícito donde se desembolse un anticipo, pues tienen como fin proteger los recursos entregados como avance para llevar a cabo un contrato, evitando contratiempos en la ejecución de obras o servicios.
Esta garantía se emite sobre el monto total recibido como anticipo y se utiliza principalmente en actividades de construcción, fabricación de productos, provisión de suministros, y prestación de servicios. En el sector público, la entrega de la póliza de buen uso de anticipo es obligatoria, siempre y cuando exista un desembolso de anticipo, y la rige la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública.
En el sector privado se recomienda solicitarla, puesto que minimiza el riesgo de pérdida de los fondos entregados. En estos casos es el contrato suscrito entre las partes y las condiciones de la póliza el que lo rige.
Uno de los principales riesgos que se corre al no contar con este tipo de productos, asegura Seguros Confianza, es que el anticipo sea utilizado para otro fin distinto al contrato, que no se ejecute la obra o que el beneficiario de la misma tenga que desembolsar más dinero para poder cumplir con el objeto del contrato.
Este tipo de pólizas puede ser ejecutadas cuando los fondos entregados como anticipo han sido utilizados para fines diferentes a los contratados, una vez cumplido el procedimiento establecido en la Ley, contrato y/o en las condiciones de la póliza y entregada la documentación correspondiente.