A cuatro años del terremoto de 2016
De acuerdo al Catálogo de Terremotos del Ecuador, desde 1.541 hasta la actualidad, han ocurrido 43 terremotos de intensidad igual o mayor a 8 en nuestro país, que se han constituido en verdaderas catástrofes en nuestra historia[1]. El terremoto que la mayoría recuerda es del 16 de abril de 2016, cuando la costa ecuatoriana fue sacudida por un movimiento telúrico que alcanzó una magnitud 7.8 Mw., en la escala de Richter. El epicentro se localizó frente a las costas de Muisne y tuvo una intensidad de hasta 9 en escala EMS-98, en la población de Pedernales, donde se registraron los mayores daños, seguido de numerosas réplicas
El evento fue devastador. Según datos del Plan Reconstruye Ecuador se registraron 69 mil edificaciones afectadas, entre ellas se demolieron 9.663 en Manabí y 658 en Esmeraldas. Se atendieron de emergencia a 4.859 personas y fallecieron: 671, entre otros.
Para Rodrigo Cevallos Breih, Presidente Ejecutivo de Aseguradora del Sur, empresa líder en seguros y con mayor cobertura a nivel nacional, es importante que los ciudadanos cuenten con protocolos internos de prevención y tomen la decisión de adquirir un seguro que les brinde la protección ante distintos tipos de amenazas y repercusiones.
Tal es así que, en 2016, ante los daños en las poblaciones de la región Costa, Aseguradora del Sur con su equipo de siniestro y ajustadores internacionales recorrieron las zonas y visitaron a sus clientes, aliados estratégicos y colaboradores afectados, con el objetivo de evaluar los daños e indemnizar a sus clientes para que ellos puedan reconstruir lo que se derrumbó en menos de un minuto y medio.
La compañía simplificó su proceso de reporte de siniestro para realizar los pagos a los afectados de forma rápida y simple, clasificando los casos por su gravedad en: verdes, blancos, naranjas y rojos.
El valor total que liquidó fue de USD 5´264,00.00 y en la Región Costa de USD 4´842,494,90. El número total de siniestros atendidos ascendió a 135 y en la Región Costa de 77.
A su vez, la empresa promovió la adquisición del seguro Mi Hogar, para proporcionar tranquilidad a habitantes de todo el país ante cualquier imprevisto (posibles incendios, terremotos, erupciones volcánicas, lluvias e inundaciones, daños a terceros, por agua y robo).
A cuatro años de la tragedia que sacudió a Ecuador, Aseguradora del Sur, persevera en campañas de prevención a personas naturales y jurídicas, para proteger su patrimonio, porque considera que la preparación minimiza los impactos y facilita la recuperación del legado que con tanto esfuerzo y trabajo se construyó en años.
En sus 30 años de trayectoria, Aseguradora del Sur ha demostrado una alta capacidad de cumplimiento para sus asegurados. Hoy por hoy, es una empresa madura; preparada 100% para atender todo tipo de requerimiento empresarial y respaldar el patrimonio de los ecuatorianos.
La organización de solvencia financiera tiene en su portafolio cinco líneas de negocio, enfocadas en las necesidades específicas de los diferentes nichos de mercado: Corporativos, Individuales, Masivos, Garantías y Cuentas Públicas. Y cuenta con 26 ramos de seguros aprobados; destacando el de vida que, en 2018 tras una importante gestión legal, Aseguradora del Sur logró aprobarlo para todo el gremio asegurador. Sin duda, esto permitió el crecimiento de la compañía ecuatoriana.
Según el ranking de empresas de seguros, Aseguradora del Sur, reporta en 2019, un crecimiento del 27% en el mercado asegurador con relación al 2018, como resultado de la prima emitida de USD 55,76 millones. Este resultado positivo la posiciona en el 6to lugar del ranking de empresas de seguros.
Las buenas prácticas, los resultados solventes en pago de siniestros, la capacidad para cumplir con sus asegurados y obligaciones contractuales, han llevado a la Compañía a mejorar su calificación de Riesgo Global de Fortaleza Financiera de AA+, en 2016, a AAA en 2019 por parte de la importante calificadora de riesgo Class International Rating. Esta calificación es reflejo de una excelente reputación en el medio, fortaleza financiera y capacidad para enfrentar cambios adversos del negocio y de la economía con un mínimo impacto, señala Luis Jaramillo, gerente general de la calificadora de riesgos Class International Rating.