Gobierno propone ampliar el acceso al seguro de desempleo
-- Fuente: El Telégrafo
El tiempo para recibir este beneficio se reduciría de tres meses a una semana. Además se busca que trabajadores independientes y afiliados voluntarios también tengan esta cobertura.
Se calcula que 508.000 personas podrían quedar desempleadas debido a los impactos económicos del covid-19. Mientras que unas 233.000 entrarían en la informalidad.
Una opción para que estos ciudadanos perciban recursos temporalmente es el seguro de desempleo. Por ello, el Gobierno Nacional propone ampliar la cobertura de este servicio y facilitar el acceso al mismo.
Actualmente, el seguro de desempleo tiene capacidad para cubrir hasta 550.000 personas, informó el Ministerio de Finanzas. Este beneficio se trata de un desembolso mensual del 70% del Salario Básico Unificado vigente ($ 400 este año) por cinco meses, es decir $ 280 al mes.
La propuesta del Ejecutivo es reducir el tiempo para acceder a esta ayuda. Este se reduciría de 60 días a una semana. Además, ya no solo los afiliados en relación de dependencia que pierdan su empleo podrían aplicar, sino también trabajadores independientes y afiliados voluntarios residentes en el país.
El analista económico Hugo Villacrés recuerda que en 2015, en la Ley de Justicia Laboral, se creó el seguro de desempleo que tiene el mismo objetivo del Fondo de Cesantía: ayudar a las personas que perdieron su trabajo. Explica que de la aportación que se hace a la seguridad social (20,6% entre el empleado y el empleador) el 1% va al seguro de desempleo y el 2% al fondo de cesantía. Por un lado, el Fondo es una cuenta individual donde se acumulan los recursos de cada afiliado. Si se queda sin trabajo, la persona puede acceder a su dinero. Si no lo llega a ocupar, lo recibe cuando se jubile. Mientras que el seguro es una cuenta común solidaria en la que aportan todos los afiliados. Lo usa quien tenga la necesidad de hacerlo.
El seguro y el fondo que cubren el desempleo no pueden ser usados en la misma contingencia. Es decir, los que se quedan sin trabajo por esta emergencia sanitaria deben acogerse al uno o al otro. El analista, quien fue presidente del Consejo Directivo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), cree que un problema que se podría presentar con el seguro durante esta emergencia es que pierda liquidez. Esto porque hay más aplicantes debido a la reducción de requisitos o porque podrían perder el empleo muchas personas al mismo tiempo. Pero justamente para estas contingencias es que fue creado este seguro solidario, asegura Villacrés.
Debido a la coyuntura, el experto cree que es positivo que la gente acceda lo más pronto posible a un seguro de desempleo para que tenga dinero para cubrir sus necesidades.
Cristóbal Buendía, procurador de la Federación de Trabajadores Públicos y Privados, también considera que debido a la urgencia es lógico usar estos fondos para dotar de recursos a las personas sin empleo. Para el representante de los trabajadores entregar recursos a los ciudadanos ayudará a la reactivación económica porque permitirá el consumo, el cual genera demanda, oferta y empleo. “La sangre de la economía es el circulante de dinero”, dice.
Sin embargo, Buendía cree que esta medida debería ser temporal porque posiblemente los recursos no alcancen al número de requerimientos que podrían existir. “Si muchas personas retiran el dinero al mismo tiempo se podría perder este fondo por desfinanciamiento”, comenta. Villacrés y Buendía aclaran que el uso de los recursos acumulados en el Seguro de Desempleo no afecta la solvencia del IESS porque las cuentas de los dos fondos y de los cinco seguros que existen se los maneja individualmente, cada uno con su fuente y destino propio.
El experto laboralista Modesto Apolo no es partidario de esta propuesta por la situación crítica del IESS. Considera que más bien se debería propender a estrategias para ampliar la masa trabajadora. Considera importante dar facilidades a los inversionistas para que generen trabajo; y recomienda que se aplique el salario mixto, que consiste en una base mínima fija más un porcentaje por productividad.