Este 2020 se registran más coberturas del seguro de desgravamen
-- Fuente: El Comercio
Eva Casquete falleció a los 41 años de edad, a causa de una hipertensión pulmonar, en marzo de este año. Ella era codeudora de un crédito de USD 13 000 que su esposo, Félix Hermidas, sacó en septiembre del 2019 para adecuar un pequeño local de venta de mariscos en Manta, el principal sustento para la familia.
Entristecido por el deceso de Eva, a Félix le preocupaba cómo mantener a sus seis hijos y seguir pagando el préstamo, ya que, para entonces, el confinamiento empezó en el país debido a la pandemia y tuvo que cerrar temporalmente el local. La angustia por el crédito pasó cuando supo que estaba cubierto por el seguro de desgravamen, lo que implicaba que el saldo sería cubierto por una aseguradora privada.
Félix se endeudó con la Fundación Espoir, una organización dedicada a otorgar financiamiento a grupos poblacionales de bajos niveles económicos. A los pocos días de fallecer Eva, la aseguradora transfirió a la Fundación los valores pendientes.
El seguro de desgravamen cubre créditos en el sistema financiero cuando los solicitantes o los codeudores no pueden cumplir con sus obligaciones,a causa de una incapacidad o fallecimiento. De esa manera, el cónyuge o la familia no asumen la carga de la deuda, explicó Julio José Prado, presidente de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca).
En Ecuador, el marco normativo solo exige que en los créditos inmobiliarios de vivienda de interés público e hipotecario el cliente cuenten de manera obligatoria con un seguro de desgravamen. De igual forma, para preservar el dinero de los aportantes, los créditos quirografarios que otorga el Biess deben contar obligatoriamente con este seguro.
Sobre el resto de segmentos de préstamos no hay obligación; sin embargo, es una medida recomendable para que los clientes protejan financieramente el futuro de su familia, añadió Prado.
Los desembolsos por reclamos de seguro de desgravamen subieron en la pandemia. De enero a octubre de este año fallecieron 255 clientes de la Fundación Espoir. La mayoría de esas muertes estuvo relacionada con el covid-19. En igual período del año pasado se registraron 123 decesos, señaló Claudia Moreno, subdirectora ejecutiva de Espoir.
“La aseguradora nos paga el saldo pendiente y la familia del cliente fallecido recibe un monto equivalente a las cuotas que habían sido abonadas. Sin este seguro, la situación habría sido un golpe directo para la sostenibilidad de la institución”, detalla Moreno.
El seguro de desgravamen abarca entre el 70 y el 80% del ramo de vida colectiva, de acuerdo con estimaciones de la Federación de Empresas Aseguradoras (Fedeseg).
De enero a septiembre de este año, los ingresos por el rubro vida colectiva sumaron USD 303,5 millones. Es decir, un incremento del 4,6% (13,5 millones) frente a igual período del 2019, según la Federación. Con ello, los ingresos por el seguro de desgravamen bordearon los USD 242 millones hasta septiembre pasado. El 2019, ese rubro representó alrededor de USD 232 millones.
Este repunte ha sido constante en los últimos meses y es un reflejo de los procesos de refinanciamiento y reprogramación de deudas en el sistema financiero, que derivan en la contratación de seguros de desgravamen. También obedece a un mayor interés del público en esta coyuntura, dada la mortalidad extraordinaria que se presentó en el país, señaló Patricio Salas, secretario ejecutivo de la Fedeseg.
Los costos de siniestros devengados en el ramo de vida subieron. El año pasado, en el período de análisis se registraron USD 122 millones. Hasta septiembre del 2020 alcanzaron los USD 206 millones. La Fedeseg no dispone de datos de cuánto de esos recursos corresponde a la cobertura del seguro de desgravamen.
No en todas las aseguradoras ha habido un aumento de ingresos por cobro de desgravamen, pero sí mayores desembolsos por siniestros. Sonia Vizcaíno, gerenta de Seguros de vida y sistencia médica de Tecniseguros, señala que los ingresos cayeron a la tercera parte de lo registrado el 2019, debido a una contratación de créditos. En cambio, las coberturas de reclamos por desgravamen se triplicaron, principalmente por deudas de viviendas y tarjetas de crédito.
El costo del seguro que paga el cliente depende del monto del crédito al que accede. Por ejemplo, por una tarjeta con USD 10 000 de cupo, una usuaria cancela USD 2,8 mensualmente por desgravamen.