¿A dónde vamos Ecuador?

-- Julio 14, 2019-- Fuente: El Diario

Por: Enrique Delgado Coppiano
www.eldiario.ec


En la actualidad cada día nuestra existencia como ciudadanos ecuatorianos, en los últimos meses, se llenan de sorpresas, mayormente negativas, pues como una ola inmensa todos los medios de comunicación demuestran hechos que se van conociendo y forman una carga socio – económica que laceran el diario vivir nacional y caen como baldes de agua sobre la ciudadanía de a pie, los pequeños y medianos emprendedores que aumentan y comentan: no hay negocio, falta circulante, nos vamos endeudando, pero no se consiguen resultados, otros dicen, no hay trabajos y el poco que existe paga sin apegarse a la ley, el que busca un puesto acepta lo que venga, pues de él depende la subsistencia del hogar.

Las fuentes laborales privadas sólo captan lo indispensable en el empleo, y del Estado suprimieron cargos que dijeron no eran necesarios, si esto ha sido verdad se alivia el gasto estatal, y en esto debe ayudar indudablemente el sector privado.

Ante esta realidad el Señor Estado debe acelerar medidas acertadas que impulsen la creación de fuentes laborales, no es fácil lograrlo, pero hay que intentarlo. En esta parte son loables los esfuerzos del Gobierno por lograrlo, mas en América Latina los problemas son casi iguales y de ahí nacen grandes caravanas que se dirigen a los EE.UU., pero, no hay cama para tanta gente.

Ecuador mira hoy hacia Europa y logra acuerdos comerciales que requieren empleos para todos los que podemos producir y vender, lo que toma tiempo y capacitación, si nos unimos, podemos lograrlo. Más, la opinión de un alto funcionario de elevar el valor del IVA, todos los entendidos expresan que eso sería totalmente negativo, con rechazo unánime, no se puede lograr beneficios económicos si la gran masa no tiene ingresos financieros seguros.

El Estado tiene que, unido fuertemente con los sectores productivos crear ambientes de confianza y esperanza, con créditos blandos financiados por préstamos exteriores, cuidando que vayan a manos laboriosas de agricultores, comerciantes, pequeñas industrias, artesanos, que vendan internamente y logren exportar hacia otros nichos de donde nos lleguen divisas duras que reactiven nuestro entusiasmo de producir, más, si con ellos alcanzamos bienestar para una población que ha crecido rápidamente y todos desean salir adelante.

Pueblo y gobierno unidos podemos lograrlo si se aplica sancionar los atracos cometidos, los desfalcos atrabiliarios y que la justicia se aplique para obtener que nos devuelvan lo que pocos se han robado. Si así ocurre hay un tránsito de optimismo en que el pueblo exige sanción a los atracos para servir a un pueblo que quiere transitar hacia horizontes de capacitación, bienestar, salud y justicia, eso esperamos, un gran salto signado por el esfuerzo y tesón de todo un pueblo que se empodere de su propio y venidero gran destino.